Juan Jose Di Meglio, un amigo de Don Orione
(18/12/2021) Con tristeza despedimos a “Juanjo” Di Meglio; una gran persona que supo ser amigo, padre y guía de muchos. "Hay que confiar en la Divina Providencia" repetía Juanjo, y realmente creyó y confió siempre en ella.
Por Ricardo Villalba
No es fácil, en lo personal, describir en este momento quien fue y que significó para mí, Juan José Di Meglio, como ser humano. Como muchos que lo conocieron, tengo una tristeza inmensa por su partida, pero a su vez se me llena el corazón de amor y gratitud por tantos años de amistad, amor mutuo y de hacerme sentir familia.
Toda su vida, desde pequeño, llevó y transmitió con amor el carisma orionita. Conocía vida y obra de nuestro Padre Fundador, viviendo y transmitiendo con coherencia de vida sus valores.
Juanjo, como lo conocíamos sus familiares y amigos, fue un ser humano extraordinario, un hombre recto, firme, honesto, sincero, amigo fiel, alegre y con un corazón inmensamente bueno. Buen esposo, enamorado de su esposa; gran padre y abuelo, enamorado de sus hijos/as y nietos/as. Su familia fue la luz de sus ojos.
Confiaba plenamente en la Divina Providencia. Siempre nos decía: "Hay que confiar en la Divina Providencia", y realmente creyó y confió siempre en ella.
Hombre de oración personal, también fue un convencido de todo lo bueno que conllevaba los momentos de oración y encuentro comunitario. Tuvo siempre a Jesús como modelo de vida y a María presente como nuestra Madre Misericordiosa.
Su amor a la Obra Don Orione y -en especial- al Cottolengo no tenía límites. Toda su dedicación era por y para los más necesitados de nuestra querida Congregación, haciendo suyo hasta el último tiempo de su bella vida las palabras del Apóstol de la Caridad: “SERVIR en los hombres al Hijo del hombre, especialmente a los más necesitados”.
Juanjo fue y será por siempre y para siempre, esa linda combinación de amigo, padre y guía que ya no podremos abrazar físicamente, pero que estará eternamente en nuestro corazón. ¡Buena Pascua, Juanjo!